Las cookies son un pequeño archivo con datos que se guarda en el ordenador o móvil del usuario cuando visita una página. Este fichero almacena cierta información sobre el usuario, por ejemplo su comportamiento navegando por internet o las credenciales de usuario.
La solicitud de almacenamiento se realiza de forma automática, ya que las webs están obligadas a avisarte y preguntarte cuáles quieres instalar por la GDPR, la normativa que regula la protección de datos de los ciudadanos de la UE.
Las cookies se utilizan con dos finalidades: recordar accesos y conocer hábitos de navegación.
Recordar accesos: estos archivos hacen que las webs puedan identificar tu ordenador, así que cuando vuelvas a entrar en ellas recordarán quién eres y qué has hecho anteriormente en su página. De esa manera, se crea un “perfil” sin que tengas que iniciar sesión, por lo que la web recuerda el tipo de búsquedas que realizas sin tener que volver a escribir tus credenciales.
Conocer tus hábitos de navegación: es la más conflictiva y la que ha hecho que tengan tan mala fama. Las cookies también sirven para conocer la información sobre tus hábitos de navegación, algo que pueden utilizar terceros para enviarte información relacionada a tus intereses, pero también para identificarte como usuario según las páginas que visitas. Estas cookies son como cámaras de vigilancia colocadas por estas empresas por todo Internet, de manera que pueden saber en qué páginas entras, y por lo tanto, crear un perfil de tus gustos personales que se puede vender o intercambiar con otras empresas.
Se pueden diferenciar las cookies según varios parámetros.
Tipos de cookies según el plazo de tiempo que permanecen activas
Cookies temporales: sólo permanecen en tu navegador mientras utilizas la web, así que no se instalan en tu navegador o ordenador.
Cookies permanentes o persistentes: se quedan en el disco duro de tu ordenador para que la web que las instala pueda identificarte cada vez que vuelves a entrar en su página. Suelen tener fechas de expiración.
Tipos de cookies según la entidad que las gestiona
Cookies propias: son las que diseña una web para utilizarla en su página.
Cookies de terceros: son las que otras empresas y servicios le han pedido a la página web que también instalen en tu ordenador cuando accedes a ella.
Tipos de cookies según su finalidad
Cookies técnicas: permiten al usuario navegar por una web o aplicación para utilizar sus servicios o funciones (por ejemplo: recordar los elementos de un carrito, realizar un proceso de inscripción…).
Cookies de personalización: almacenan las preferencias de experiencia del usuario (por ejemplo: si has seleccionado un idioma por defecto).
Cookies analíticas o de análisis: rastrean a un usuario individual para determinar el uso que hace de un sitio web, aunque no se utilizan para segmentar anuncios.
Cookies publicitarias: diseñadas específicamente para reunir información sobre ti en tu dispositivo con el objetivo de enviarte publicidad en base a los temas relevantes que te interesan.
Cookies de publicidad comportamental: conjunto de acciones en las que participan las empresas para recopilar información sobre tu actividad en línea y usarla para mostrarte anuncios o contenido que consideran relevante para ti.
Cookies de complementos: se generan al usar complementos de proveedores externos y permiten a los usuarios acceder a contenidos o servicios proporcionados por terceros (por ejemplo: las localizaciones en Google Maps).
Cookies de reproductor multimedia: permiten la reproducción del audio o vídeo.