El cliente digital, también llamado cliente 2.0, es el perfil de comprador online que realiza buena parte de su proceso de compra en Internet, aunque quizás no termine comprando en ella. Su modalidad de uso a la hora de adquirir un producto es realizar su propia investigación en cuanta página web y red social sea necesario. Este tipo de cliente se encuentra permanentemente buscando información en la web, analiza sitios, guarda posts, compara productos etc.
Algunas de las características más comunes del cliente digital son:
Valora la inmediatez: es importante que los usuarios puedan acceder a tus productos o servicios desde cualquier lugar y a cualquier hora.
Se basa en recomendaciones: las reseñas o recomendaciones impactan directamente en el comportamiento del cliente digital, ya que este tipo de usuario es un prosumer y consumidor de este tipo de feedback en Internet.
Es omnipresente: está conectado en múltiples espacios, situaciones y personas a la vez. El cliente digital ha desarrollado la capacidad de estar en relación constante con diferentes espacios de su vida cotidiana, evaluando y decidiendo con mucha rapidez en cada uno de ellos.
Es independiente y humanizado: a los clientes digitales les gusta controlar sus decisiones, por lo que debes brindar herramientas para que administren el proceso de compra de forma independiente.
Algunas de las claves que deberás tener en cuenta para adaptarte al cliente digital son:
Conoce a tus clientes: infórmate sobre tu cliente, conoce sus motivaciones y sus hábitos de consumo y trabaja en base a ellos. Investigar al cliente digital permite conocerlo y adaptar los productos de forma más personalizada, para acercarte a él y ofrecerle la mejor experiencia. Analiza el comportamiento de tu cliente y registra la información más relevante en herramientas digitales en un CRM.
Mantente conectado: debes conocer y permanecer a su lado en todo el proceso de compra. Tu estrategia debe estar adaptada para cualquier cambio que facilite la toma de decisiones.
Evita la resistencia al cambio: mejora la accesibilidad de tu marca para que tus consumidores te conozcan y logres el posicionamiento en ellos. Aporta confianza y genera buenas experiencias para aumentar las posibilidades de que te elijan.