Comercio electrónico, también conocido como comercio por internet, e-commerce o comercio en línea, consiste en la compra y venta de productos o servicios a través de Internet. Algunas características que diferencian al comercio electrónico del tradicional son:

1. Público infinito. El comercio electrónico puede llegar a millones de consumidores en cualquier parte del mundo, siempre que exista un modelo de negocio y transacción viable.
2. Presencia global.  El comercio electrónico permite estar en cualquier parte del mundo simultáneamente, por lo que convierte a un negocio, producto o servicio en global. 
3. Personalización e interacción. Tiene la  capacidad para personalizar la experiencia de cada usuario y permite mejorar las interacciones respecto a las que se pueden  ofrecer en un comercio tradicional.
4. Escalabilidad. Posibilidad de hacer crecer nuestro negocio y escalar exponencialmente es una de las características de este modelo. 

Existen cinco modelos de comercio electrónico:

1. Business to Customer (B2C). Es el más frecuente y está enfocado en la compra online de un determinado producto o servicio por parte del cliente final a una compañía que oferta lo que dicho cliente está buscando.
2. Business to Business (B2B).  Es  el  modelo más antiguo de todos, y  hace referencia al intercambio de bienes o servicios entre empresas. 
3. Customer to Customer (C2C). Es el modelo en el que un individuo intercambia de manera directa, mediante un intermediario, su producto/servicio con otro individuo a través de una plataforma online. El papel tanto de vendedor como comprador vendrá de la mano de los consumidores a través de una plataforma de intercambio operada por una empresa ajena a ambos.
4. Customer to Business (C2B). Es el modelo menos común. Es la relación que ejerce el consumidor sobre la empresa, quien le ofrece información relevante para ella en materia de consumo y marketing a cambio de una prestación.
5. Business/Customer to Government (B2G-C2G).En tema de impuestos este es el modelo por excelencia. Del mismo modo en el que consumidores y empresas tienen modelos que relacionan sus transacciones, la administración requiere de formas en las que estas transacciones se lleven a cabo de la manera más eficaz posible.