Los contratos mercantiles son un acuerdo privado de naturaleza verbal o escrita en el cual se establecen las voluntades de las personas firmantes en referencia a una materia determinada, la prestación de un servicio o la realización de un determinado objeto u obra. Debido a la naturaleza heterogénea de las relaciones comerciales, existen distintos tipos de contratos mercantiles que se adaptan a las necesidades de cada situación.
Los contratos mercantiles se pueden englobar en seis categorías distintas
Los contratos mercantiles se pueden clasificar en seis categorías, cada una de las cuales tiene en cuenta diferentes tipos de acuerdos e intercambios. Hay que considerar que todos ellos determinan los derechos y obligaciones de las diferentes partes, y se rigen por el código de comercio y supletoriamente por el código civil.
Contratos de cambio
En los contratos de cambio se intercambia la prestación de un bien por otro o por la prestación de un servicio. Dentro de esta categoría podemos distinguir seis tipos de contratos:
- Contratos de compraventa
- Contratos de permuta
- Contratos de arrendamiento
- Contratos de suministro
- Contratos de obra
- Contratos de transporte
Contratos de colaboración
En los contratos de colaboración mercantil una de las partes ofrece un servicio a cuenta de la otra parte a cambio de una comisión pactada. Destacan tres tipos:
- Contratos de agencia: La persona implicada promueve y vende los productos de la empresa a cambio de una remuneración.
- Contratos de mandato (el contrato de comisión es un contrato de mandato).
- Contratos de franquicia
Contratos de seguro
Una de las partes, la aseguradora, cubre económicamente y dentro de unos límites pactados, a la parte asegurada frente a determinados riesgos que sean objeto de cobertura, a cambio del pago de la prima del seguro.
Contratos de conservación depósito o custodia
Son aquellos contratos de custodia a todos aquellos que cumplan una función de guarda y conservación de un artículo de propiedad ajena.
Contratos de préstamo y crédito
Normalmente, una entidad financiera o un particular presta una cantidad de dinero a cambio de su devolución, junto con los intereses pactados.
Contratos de garantía
Uno de los ejemplos más claros de este tipo de contrato son las fianzas que se depositan al iniciar un contrato de arrendamiento. Tienen el objetivo de garantizar el cumplimiento de una obligación
Es importante conocer las obligaciones que conlleva cada tipo de contrato
Asimismo, es necesario conocer la naturaleza de cada contrato y estar que empresas y autónomos estén familiarizados con las obligaciones y derechos que conllevan, ya que su correcta redacción es un punto clave a la hora de establecer relaciones comerciales satisfactorias con otros agentes.