Muchas veces, cuando hablamos de la gestión empresarial nos focalizamos únicamente en esos procesos que nos permiten despuntar dentro de nuestro sector con el objetivo de captar o retener clientes y conseguir un mayor número de ventas. Pero cualquier empresa, sea una pyme o autónomo, está obligada a prestar especial atención a todo el resto de tareas organizativas como pueden ser los aspectos legales, contables o fiscales. Es aquí donde entra en juego el papel del outsourcing.
El outsourcing se traduce como la acción de subcontratar o externalizar ciertos servicios a los cuales una empresa no puede hacerse cargo, ya sea por falta de tiempo, falta de especialización o falta de presupuesto. El hecho de delegar ciertas tareas empresariales a un tercero especializado, permite a las empresas dedicarse a trabajar en sus objetivos estratégicos y en reducir las tareas internas que no aportan beneficios económicos. Por lo tanto, podemos decir que el outsourcing contribuye al aumento de la productividad y eficiencia de cualquier tipo de empresa.
¿Cuáles son las ventajas del outsourcing para una pyme?
Tanto para una pyme como un emprendedor, externalizar ciertas tareas de una empresa tiene diferentes ventajas bien significativas. Una de ellas es la reducción de costes que se consigue al convertir en un coste variable un servicio que se hubiese convertido en coste fijo para la empresa. El hecho de subcontratar permite invertir en el servicio que nuestra empresa necesita tan solo en el periodo que se requiera.
Otras ventajas que nos aporta el outsourcing ante la no internalización de procesos empresariales son el ahorro de tiempo y de esfuerzo requeridos para una fase inicial de capacitación, la disminución del margen de error por contar con personal y tecnología especializada y en definitiva, un incremento en la eficiencia y el rendimiento global de la empresa.
El papel de la asesoría en el outsourcing
La asesoría empresarial es un servicio profesional de ayuda y soporte que busca mejorar la gestión de procesos concretos de una empresa. Estos procesos pueden tratar aspectos tanto jurídicos, como técnicos, laborales, fiscales y contables.
Los servicios principales en los que el outsourcing puede cubrir las necesidades de tu empresa son:
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Servicios fiscales: las asesorías que ofrecen servicios fiscales se encargan de gestionar las responsabilidades fiscales de las empresas y de sus correspondientes obligaciones tributarias. Dichas asesorías son especialistas en todo el ámbito de gestión de impuestos.
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Servicios laborales: en este caso las tareas están relacionadas con recursos humanos, gestión de nóminas, bajas, ascensos y despidos, entre otros.
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Servicios contables: el objetivo principal de este tipo de asesorías es llevar a cabo una gestión efectiva de las entradas y salidas de capital de cualquier empresa a través de los libros oficiales de cuentas y su correspondiente legalización.
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Servicios legales: las asesorías de carácter legal tratan de interpretar y adaptarse ante todos aquellos aspectos legales que pueden suponer una amenaza o una oportunidad para cualquier organización.
Ahora que ya conoces las múltiples ventajas que ofrece el outsourcing, ¿consideras que podrías mejorar y optimizar ciertos procesos de tu empresa gracias a este proceso?