La llegada del coronavirus a principios de 2020 supuso un gran reto de adaptación y transformación de la mayor parte de las empresas y de sus trabajadores, dando paso a nuevos modelos de trabajo, principalmente con el teletrabajo.
Esta situación ha obligado a muchas empresas a dar un salto tecnológico con tal de ofrecer una mejor experiencia a sus trabajadores, las cuales nunca imaginaron que hubieran tenido que hacer.
Pero, ¿son estos nuevos modelos y sus tecnologías los más convenientes para las empresas? ¿Para sus directivos? ¿Y para los trabajadores?
Gracias al estudio llevado a cabo por IDC podemos dar respuesta a estas cuestiones.
En primer lugar, el estudio nos demuestra que las organizaciones han perdido, en gran parte, el contacto con sus trabajadores. Problemática que supone un replanteamiento de la gestión del trabajo en varios aspectos.
Si hablamos de cifras, el 38% de los directivos piensan que el teletrabajo ha aumentado la dificultad de comunicación entre los equipos de trabajo. En cambio, tan solo un 25% de los trabajadores cree que el teletrabajo supone un problema en este sentido.
Así mismo, el 38% de los directivos sienten que han perdido capacidad de gestión y visibilidad en el proceso de trabajo de sus empleados, cifra que destaca con el 7% de los trabajadores que reafirman dicha opinión.
En muchos casos estas carencias podrían solucionarse con la aplicación y adaptación de nuevas tecnologías, tales como el 5G, el IoT o la inteligencia artificial, las cuales podrían mejorar y optimizar multitud de procesos empresariales.
Aun así, el estudio de IDC refleja que el 66% de las empresas de la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), está planteado nuevos modelos de trabajo post-pandemia, incluyendo el teletrabajo combinado con el trabajo presencial. Así mismo, el 64% de las empresas acepta que centran sus esfuerzos en garantizar una experiencia segura a sus trabajadores.
Con tal de combatir estas carencias que surgen de los nuevos modelos de trabajo y con tal de ofrecer la experiencia segura de la que hablamos, según el estudio de IDC, el hecho de ofrecer una tecnología avanzada a los trabajadores es especialmente relevante para el 55% de los directivos encuestados. En cambio, solo un 43% de los trabajadores cree que esto es relevante para el desarrollo de su actividad laboral.
En definitiva, el desafío actual que se plantean muchas empresas es poder ofrecer a los trabajadores la mejor experiencia posible para que su productividad no dependa del donde ni del cuando desempeñe su función en el trabajo. Es por eso que es importante que las empresas apuesten por nuevas tecnologías que permitan dar un salto cualitativo en la gestión empresarial a distancia, como pueden ser la inteligencia artificial o la automatización.