A día de hoy, contar con un buen plan de marketing es esencial para tener éxito en el mundo digital en el que vivimos. La tecnología y todos sus medios se ha apoderado de nosotros y debemos exprimirla al máximo si queremos triunfar como empresa, ya seamos una pequeña marca de bisutería como una gran compañía de servicios tecnológicos.
La redacción y la puesta en común con el resto de la compañía es una de las acciones esenciales para alinear la estrategia empresarial de forma conjunta. Esto va a permitir enfocarnos en los objetivos fijados así como optimizar esfuerzos para enfocarnos hacia la misma dirección.
Cambios de tendencia
Los tiempos han cambiado, el sector tecnológico ha progresado de forma exponencial y las necesidades e inquietudes de las personas han evolucionado. El mundo se ha convertido en un espacio digital en el que los consumidores están presentes en cada uno de los medios que este nos ha proporcionado: redes sociales, dispositivos móviles, wearables, tiendas y empresas con servicio únicamente online, infinidad de apps móviles, etc.
Esta evolución obliga tanto a las pymes, autónomos y las grandes corporaciones a cambiar su forma de interactuar con los clientes. Los nuevos canales de comunicación han revolucionado la forma de relación marca-cliente, en la que se reinventa la forma de captación y la forma en la que nos relacionamos con estos mismos, mucho más directa y personalizada. Estos nuevos entornos digitales también nos permiten captar un gran volumen de información, que bien analizada y segmentada, nos permitirá saber absolutamente todo lo que necesitamos para llegar a nuestros clientes.
El plan de marketing empresarial
Orientar nuestro plan de marketing hacia el mundo digital implica adaptarnos constantemente con una buena estrategia que nos permita conseguir los objetivos planteados.
Para empezar es indispensable conocer a la perfección en que situación se encuentra nuestro negocio, tanto a nivel interno como externo. En la parte interna de la empresa debemos detectar cuáles son nuestras fortalezas y cuáles son nuestras debilidades. En la parte externa también tendremos que ver cuáles son los puntos que suponen una amenaza para la integridad del negocio y cuáles una oportunidad. Para todo este análisis la opción más reconocida es realizar una matriz DAFO, con la que podremos visualizar fácilmente en que situación nos encontramos con el entorno en el que vamos a desarrollar nuestra actividad.
Una vez visto el análisis interno y externo tendremos que definir y analizar nuestro público objetivo. Su perfil socioeconómico, demográfico, cuáles son sus necesidades y tendencias de consumo y el entorno en el que podremos encontrarlo (canales digitales, períodos estacionales, franjas horarias, etc.). Para hacernos una idea de los perfiles a los cuales vamos a dirigir nuestra estrategia deberemos crear nuestro buyer persona, con todas sus características, motivaciones y frenos a la hora de mantener una relación con nuestra marca.
Realizado el análisis inicial pasaremos a definir uno de los pasos más importantes, los objetivos. Estos deben ser unos objetivos SMART, es decir, específicos, mesurables, alcanzables, relevantes y temporales. A partir de la definición de nuestros objetivos podremos enfocar nuestra estrategia para adaptarnos a las necesidades del mercado. Esta estrategia es la que determinará cuáles van a ser las diferentes acciones que vamos a realizar para alcanzar dichos objetivos.
A partir de aquí es cuando deberemos empezar a definir con qué canales digitales y con que acciones concretas vamos a captar la atención del usuario para intentar cumplir nuestro plan de marketing empresarial. Algunas de las infinitas acciones que podríamos llevar a cabo son: trabajar el posicionamiento orgánico en buscadores (SEO), captar y fidelizar al usuario con acciones de email marketing, generación de contenido de valor a través de un blog o a través de los diferentes canales usados por la compañía (Instagram, Facebook, TikTok, Twitter, etc.), campañas de publicidad pagada o campañas de marketing de influencia, entre otras.
Por otro lado, deberemos cuidar con mucho detalle la página web de nuestra compañía. En el entorno digital en el que nos encontramos la página web pasa a ser nuestra casa, nuestro punto de encuentro principal con el cliente, donde entrará para conocernos y donde deberemos impresionarle para poder conseguir nuestros objetivos.
Como último punto, el marketing digital nos permite analizar y controlar con mucho detalle todos esos resultados que vamos obteniendo y todas esas interacciones que vamos consiguiendo con nuestro público. Es por eso que va a ser totalmente necesaria una constante revisión, medición y evolución de todas aquellas acciones que vayamos realizando, para así poder adaptarnos y evolucionar hacia la meta empresarial que nos hayamos fijado.
Ahora te toca a ti, ¿te animas?