Uno de los aspectos más relevantes en la creación de una empresa es su financiación. El 99% del tejido empresarial español ya está compuesto por pymes, un sector en continua actualización que necesita obtener recursos para crecer y poder avanzarse a las futuras necesidades de sus clientes. Conseguir financiación para tu empresa no es un proceso sencillo, ya que se debe valorar la idoneidad de las diferentes fuentes. Existen varios tipos de financiación para pequeñas y medianas empresas:
Las tres Fs: Friends, Family & Fools
Para la mayoría de emprendedores, esta opción es la primera a tener en cuenta. Se trata de “los amigos, la familia y los locos”, es decir, personas que forman parte de tu entorno que tienen confianza en tu proyecto y consideran que puede ser exitoso. Uno de los aspectos más positivos es que se puede conseguir sin intereses, y tampoco es necesario ceder acciones o participaciones. Por lo tanto, el control de la empresa es totalmente tuyo.
Crowdfunding
Es un mecanismo que ha tomado fuerza en los últimos años, en parte gracias a las plataformas digitales, y consiste en obtener financiación a través de un colectivo o grupo de personas. Se diferencian dos tipos de inversiones:
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Lending. Consiste en otorgar un tipo de interés por el capital recibido. En promedio este interés es de entre un 10% y un 15%.
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Equity. La retribución se efectúa con la oferta de acciones o participaciones de tu empresa. Se maneja un estándar promedio del 10% al 25% de tus acciones.
La legislación española articula el crowdfunding a través de las plataformas de financiación participativa, cuyo régimen viene desarrollado por la Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial. Con el objetivo de regular esta forma de financiación, la ley establece lo siguiente:
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Permite a los inversores acreditados invertir sin límite alguno.
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Los inversores no acreditados tienen permitido invertir 3.000 euros por negocio y 10.000 euros por año y por plataforma.
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Para inversores profesionales se incrementó el máximo de inversión de 2 a 5 millones de euros.
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Para inversiones mixtas, el máximo es de 2 millones de euros.
Inversores privados
Los inversores privados son personas o instituciones privadas que invierten en proyectos empresariales con el fin de obtener rentabilidad. Las tres formas de financiación para empresas más habituales son:
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Business Angels. Son inversores independientes que apuestan por proyectos empresariales que les resultan interesantes. Invierten su propio capital por su propio riesgo y cuenta, por lo que suelen solicitar informes o intervenir en la toma de decisiones, con el objetivo de garantizar su inversión.
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Capital de riesgo o venture capital. Los fondos de capital de riesgo invierten en proyectos que tienen una expectativa de viabilidad muy alta. Cuando cumplen sus objetivos se retiran y devuelven la participación a la empresa en el caso de haberla solicitado. Invierten el dinero de terceros, por lo que responderán ante ellos a la hora de justificar su inversión o su retirada de capital.
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Fondos de inversión privada o private equity funds. Son fondos de grandes empresas que buscan ampliar su negocio e internacionalizarlo mediante la financiación de proyectos con buenas perspectivas de futuro. A cambio, buscan una participación en el capital social de la compañía.
Subvenciones públicas
Los inversores públicos son instituciones de la Administración que persiguen un interés social, y generalmente el objetivo es filántropo o desarrollo de un proyecto. Los proyectos de carácter innovador relacionado con el mundo de las TIC reciben mucho apoyo de la Administración Pública, y algunas vías de financiación que ofrecen son:
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ENISA (Empresa Nacional de Innovación). Es una entidad pública que apoya a los proyectos innovadores de todo tipo. Condicionan la cantidad a prestar según tu aportación, que debe ser al menos de un 50% en forma de fondos propios.
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CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial) e ICO (Instituto de Crédito Oficial). Está centrada en ayudar a proyectos tecnológicos, aunque se basan en otros parámetros como la esencia del negocio y la de sus promotores, por qué piensan y funcionan en un ecosistema diferente al de las empresas tradicionales…
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Préstamos bancarios
Los créditos emitidos por entidades bancarias son formas habituales de financiar a las empresas de nueva creación. Requiere la presentación de un plan de empresas y de avales. Además, las entidades financieras suelen realizar un análisis de la viabilidad del proyecto.
Leasing y renting
Estas dos formas de financiación no están vinculadas a un crédito, sino que consisten en evitar las grandes inversiones que se necesitan realizar para las compras de los bienes más caros (vehículos, maquinaria…).
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Leasing. Es una forma de arrendamiento con opción a compra por la que debes pagar una entrada y un precio mensual por el arrendamiento, así como todos los impuestos y gastos de mantenimiento, reparación, etc.
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Renting. Alquiler mensual de un producto durante un periodo determinado. Deberás hacerte cargo de los gastos de mantenimiento, impuestos, etc., y una vez acabe el periodo de alquiler podrás negociar qué hacer (renovar, ampliar el periodo, devolver el producto, etc.).
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