Si mencionamos la Inteligencia Artificial (IA) es probable que a muchas personas le venga la imagen de un robot a la cabeza. Un robot capaz de desarrollar tareas e incluso, tener cierto parecido a la figura humana. Aunque con el paso del tiempo esto ya va desapareciendo de nuestro imaginario, lo cierto es que la IA es algo que va mucho más allá o mucho más atrás. La IA se resume en la capacidad de construir algoritmos que permitan a máquinas mediante software tomar decisiones inteligentes, con inteligencia y razonamiento parecido al cerebro humano.
Aunque esta tecnología se encuentra en pleno crecimiento, ya dispone de herramientas para ayudar a despachos y asesorías, por lo que seguir leyendo puede ser de gran ayuda. Primero vamos a nombrar las principales áreas donde la IA actualmente puede hacer más llevaderas y ahorrar tiempo en las tareas o servicios de los despachos. Más adelante, veremos el gran potencial que tiene.
-
Estimación de las finanzas. La IA te permite presentar una visión completa, precisa y exhaustiva de las finanzas de un negocio. El software procesa los datos sin tener que llevar a cabo tareas manuales y elabora informes para presentar a los clientes y ver cuál es el futuro para tomar las mejores decisiones.
-
Contacto con asistentes inteligentes. La llegada de estos asistentes permite derivar el primer contacto con los clientes y aligerar así la carga telefónica de horas a otras tareas. Dentro de estos asistentes, podemos distinguir los chatbots, los bots con scripts que te ayudan en la búsqueda de información, y los bots más sofisticados como son los de lenguaje natural.
-
Reconocimiento de documentos. Las mejoras en tecnologías de IA permiten que se puedan clasificar documentos de manera automática e incluso extraer información y rellenar formularios. Sin duda una gran aplicación de esta tecnología.
-
Detección de errores. Todo el procesamiento de datos, y más de grandes empresas, puede ser revisado de manera más eficaz y detectar así errores más fácilmente.
-
Transacciones automatizadas. Mediante etiquetados y asignación de cuentas, más la planificación, se podrán automatizar transacciones que aligeren también las cargas de trabajo.
Todas estas aplicaciones, se rigen por 3 características esenciales por las que se rige la IA.
La primera y, quizás, la más relevante, es el aprendizaje automático. La mayoría de los algoritmos incorporan funciones que permiten que mediante el uso continuado, este evolucione, aprenda y se optimice solo. Otra de las características es el uso del big data o gran procesamiento de datos de manera instantánea. Y por último, el cloud computing, es decir, tener acceso a toda la información necesaria almacenada es espacio virtual.
Recuerda que en el buscador de SageConecta puedes consultar y contactar con los despachos o asesorías que más se ajusten a tus necesidades y ver como aplican estas técnicas vinculadas al uso de la IA.