La Seguridad Social es el sistema público que se ocupa de garantizar el Estado del Bienestar del país. Su función principal es proteger a la población en tres grandes ámbitos: el empleo, la salud y la vejez.
Existen dos regímenes distintos dentro de la estructura de la Seguridad Social: el régimen general (que incluye a los trabajadores) y el régimen especial (que incluye el RETA, el Régimen de los Trabajadores del Mar, el de la Minería del Carbón y el de Funcionarios públicos, civiles y militares).
Las empresas deben encargarse de afiliar a sus trabajadores a la Seguridad Social, los cuales se convierten en contribuyentes. Las empresas están obligadas a retener las cotizaciones mensuales de las nóminas de trabajo de sus empleados para destinarlas a la Seguridad Social. En el caso de los autónomos, esta cotización se paga directamente.
Además, la Seguridad Social cuenta con un sistema de prestaciones que sirven para dar respuesta a situaciones de necesidad, como por ejemplo la jubilación, el desempleo, la maternidad, etc.